Tomo tu mano de gracia y perdón,
respiro tu aliento, me infundes
valor.
Y es tu mirada, calma puesta en mi
la que renueva mis ganas vivir.
He notado en las noches, cubres mi corazón
y aunque a veces sufre, Tú lo cuidas Señor.
He sentido tu abrazo, haciendo fuego en mi,
y en medio de lágrimas solo alcanzo a decir:
a
tus pies he derramado, mi corazón.
Que
te alabo, que me humillo,
que
en tu voz he encontrado,
...un
lugar para mi.
Tan simple y perfecto, ilógico
Dios.
No
encuentro motivos para entender tu amor.
Solo
sé que me guías y mientras oigo tu voz
por fe
yo camino, me das tu dirección.
Y te amo, yo me rindo,
a tus pies yo
derramo, mi corazón.
Y te alabo, yo me
humillo,
en tu voz he
encontrado,
el lugar para mi..
Euge Pojo 31.08.10
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