En un suspiro






Cierro los ojos y la sombra de tu sacrificio llena toda mi visión, esa cruz cargada de culpas que jamás entenderé, ese amor irremediable que descansa en tus pies.


Y tu dolor, la amargura de tu voz, ese corazón palpitante que comprende en un minuto el valor de tantas almas.



El dolor se agolpa en mi como lágrimas ardiendo por caer, el silencio es tan profundo que la exhalación de tu último suspiro golpea mi ser, lo sé, has roto mi condena.


Intento acercarme, pero una bruma de vergüenza me cierra el paso, y cuando me dejo vencer, de las tinieblas brota luz, como en un grito apagado que reclama lo que siempre anheló.


Y al alzar la vista, veo tu gracia extendida sobre mi, solo puedo llorar y con un susurro desgarrar mi vida en un "te amo".



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